En 1609 el británico Henry Hudson, al servicio de la Compañía Holandesa de las Indias Orientales, descubrió la isla de Manhattan, poco después de abandonar la zona fue apresado por los ingleses y acusado de traición. Cuatro años después, la Compañía Holandesa volvía a insistir sobre la zona, esta vez a través de cinco navíos que remontaron el río Hudson y llevaron a cabo diversos negocios con los indios norteamericanos.
Años después, en 1621, se fundaba la Compañía Holandesa de las Indias Occidentales con el objetivo de colonizar definitivamente la zona. Por este motivo, se levantaron dos fortalezas defensivas con puestos de intercambio comercial: una en Manhattan, y otra a 240 kilómetros, remontando el río Hudson.
El nacimiento de Nueva Holanda
Así nació, en 1624, la provincia de Nueva Holanda, cuya capital sería Nueva Amsterdam. La historia oficial sostiene que la isla fue comprada a los indios norteamericanos Canarsie, de la tribu Lenape, a cambio de objetos que equivalían a 60 duits, pero lo cierto es que para estos indígenas el concepto de propiedad privada no existía, por lo que es probable que en realidad no supieran lo que estaban negociando.