Naufragios con historia, Nuestra Señora de Atocha

El galeón español "Nuestra Señora de Atocha" murió excesivamente joven, ya que había sido construido en 1620 en La Habana y acabó en el fondo del Océano Atlántico apenas dos años después, a causa de una increíble tormenta que destruyó también a otros navíos que viajaban con él: el "Santa Margarita" y el "Nuestra Señora del Rosario".

Los hechos se remontan al mes de septiembre de 1622, cuando el "Nuestra Señora de Atocha" partió de La Habana cargado con 24 toneladas de plata en 1.038 lingotes, 255.000 monedas de plata, 161 monedas de oro, 582 lingotes de cobre, 125 barras y discos de oro, 350 cofres de índigo, 525 fardos de tabaco, 20 cañones de bronce, además de infinidad de joyas, piedras preciosas y artículos de contrabando; en definitiva, un tesoro de un valor incalculable.

Sin embargo, dos días después tuvo lugar una espectacular tormenta que acabó doblegando esta espectacular nave de 550 toneladas de peso, 112 pies de eslora, 34 de manga y cuatro de calado. Apenas había visitado España una sola vez a lo largo de su joven vida.

Los supervivientes

El naufragio del galeón español tuvo lugar frente a las costas de La Florida. De una tripulación de 265 hombres, sólo cinco sobrevivieron, concretamente tres marineros y dos esclavos que lograron aferrarse al tocón del palo de mesana, la única parte que se libró de acabar absorbida por el mar.

Los socorristas que salvaron a estos hombres trataron también de abrir el casco del barco, pero fue imposible, razón por la que abandonaron la misión y acudieron al rescate del "Santa Margarita" y el ‘Nuestra Señora del Rosario’. Semanas después, un nuevo huracán sacudió la zona, destruyendo los últimos restos del "Nuestra Señora de Atocha", que se convirtió en historia.

Múltiples equipos españoles buscaron durante las seis décadas siguientes los restos del barco con la intención de rescatar su valioso botín, pero todos los intentos resultaron baldíos. El Atlántico no había dejado rastro del navío.

El hallazgo

El 20 de julio de 1985, Mel Fisher y su tripulación Treasure Salvors encontró por fin el "Nuestra Señora de Atocha", tras más de 15 años de búsqueda infatigable durante la que habían muerto en el mar varios compañeros de aventura de Fisher.

El tesoro del barco rescatado fue valorado en unos 400 millones de dólares, destacando, entre otras muchas piezas de oro, plata y cobre, una esmeralda de más de 77 quilates valorada en 750.000 dólares.

En la actualidad, los restos del "Nuestra Señora de Atocha" y el "Santa Margarita" forman la colección más importante del Mel FisherMaritime Heritage Society Museum, formada por una infinidad de lingotes y monedas que en 1622 partieron de La Habana rumbo a España.
Joyas con historia

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